Los ríos de la parroquia Palmales, en la zona rural del cantón Arenillas, empezaron a disminuir visiblemente su caudal, dificultando la extracción de agua y las labores de riego de los agricultores fronterizos.
La escasez de agua disminuye la producción y genera pérdidas económicas. Para hacerle frente a esta amenaza, la Prefectura de El Oro puso en marcha la construcción de albarradas, pozos abiertos en el lecho del río, donde se almacena el líquido para abastecer a las plantaciones cercanas.
A través de sistema de bombeo, los productores pueden extraer y llevar agua hasta sus sembríos, evitando que los productos de la localidad se dañen.
“Sin agua, el limón se seca. Todos los productos se malogran”, dice Juan Jaya, productor de Palmales, quien asegura que las albarradas permiten paliar esta situación.
El prefecto Clemente Bravo comentó que hasta el momento se han construido 15 albarradas en el sitio Manabí de El Oro y 9 más en La Florida, pero que se tiene previsto hacer al menos 300 para combatir el período de estiaje en toda la zona productiva de Palmales.
“Debemos garantizar la producción de estos sectores, donde se produce limón, papaya, yuca, plátano, cacao, maracuyá y una serie más de productos que abastecen a nuestros mercados”, expresó la autoridad.
Manuel Aguirre, exalcalde de Huaquillas y productor del sitio La Florida, dijo que además de abastecer al sector agrícola, el agua de las albarradas sirve para mantener al ganado de la zona.
“Los campos el granero de la ciudad. Felicito la oportuna intervención del prefecto, que ha traído la maquinaria antes de que la sequía se agudice”, destacó.
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