Con la perforación de pozos profundos en el cordón fronterizo orense, por parte de la Prefectura de El Oro, los agricultores pueden regar sus cultivos pese a la falta de lluvias.
La extracción de aguas subterráneas ha permitido que las plantaciones de limón, maracuyá, mango, papaya, melón y otros productos, vuelvan a reverdecer, llenando de esperanza a la gente que depende de esta actividad económica.
A través de bombas, los campesinos llevan el agua a grandes reservorios donde la almacenan para llevarla posteriormente hasta sus sembríos.
Los primeros pozos perforados en los predios de las cooperativas 15 de Febrero y 30 de Septiembre, en la frontera orense, han brindado una solución a la escasez de agua, ya que la falta de lluvias mantenía en vilo al sector.
Evaristo Jiménez, dirigente agrícola de la zona, asegura que los pozos han reactivado la economía local, pues los sembríos ya no se mueren a causa de la sequía. “Antes, las limoneras se sacaban y teníamos pérdidas”, contó el lugareño.
Neptalí Ávila, agricultor fronterizo, cree que esa actividad económica no sería rentable sin los pozos profundos, y eso los obligaría a seguir migrando a las ciudades para conseguir otras fuentes de ingresos. “Los pozos han devuelto la mirada al campo”, recalcó.
La actual administración de la Prefectura ejecutará más pozos profundos para atender a todos los productores de la zona y ampliar el área beneficiada, explicó Edgar Ocampo, director de Recursos Hídricos del Gobierno Provincial.
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